Y el Judas regresó con la primavera

Este año hizo frío y llovió al amanecer del domingo de Resurrección, lo que redujo la participación popular. Y, sin embargo, el Judas, igual que las enramadas y la procesión del encuentro llegaron a Venta del Moro, Camporrobles y Sinarcas fieles a su cita con la tradición. Es la entrada de la primavera. El rito ancestral e ineludible que completa la Pascua en algunos de los pueblos de nuestra Tierra Bobal.

El Judas es un pelele que los quintos y quintas de algunos de nuestros pueblos y aldeas confeccionan con ropas viejas. El monigote se cuelga del campanario o se expone a escarnio público entre el sábado y el domingo de Resurrección y posteriormente es apaleado y quemado en un festejo con el que se pone fin a la semana de pasión y se celebra el comienzo de una nueva etapa. Hasta el año siguiente, en que el tiempo circular de las sociedades agrarias volverá a ofrecer un nuevo Judas… y una nueva generación de chicas y chicos organizarán la fiesta y serán protagonistas de ella.

El Judas que celebran las localidades de Venta del Moro, Camporrobles y Sinarcas es una de esas manifestaciones cuyo origen se pierde en la memoria popular más remota. Tanto como para encontrar parientes de nuestro castizo pelele en el antiguo Egipto y la Roma clásica. A aquellos monigotes se les suponía representación de todos los males y por eso eran destrozados y quemados con la llegada de la nueva estación, el tiempo en que la naturaleza reinicia su ciclo. Serían el paso del tiempo y la ortodoxia cristiana quienes habrían ido agregando elementos religiosos a la costumbre. No para cambiar su significado, que prácticamente continúa inalterable, sino para incorporarlo a prácticas netamente cristianas.

El pelele colgado y apaleado de Venta del Moro

En Venta del Moro, el rito se inicia la noche del sábado de Gloria, cuando se confecciona el Judas con ropa vieja rellena de pajas y se cuelga del campanario, para escarnio público. El domingo, a las nueve de la mañana, las mujeres del pueblo sacan en procesión a la Virgen, mientras que los hombres y los quintos y quintas llevan al Niño. Cuando se produce el encuentro de ambas imágenes, la banda municipal interpreta el himno nacional y las campanas tocan a rebato. En ese momento, y mientras la Virgen y el Niño enfilan hacia la iglesia pasando por debajo de una enramada que también han preparado los jóvenes protagonistas, el Judas es despeñado desde la torre. Entonces, los niños y niñas del pueblo apalean al pelele con las cañas que han preparado a tal efecto. Arrastran al monigote por las calles del pueblo y, ya en la rambla, el lugar más bajo de la población, un adulto le prende fuego.

Burlas, monigotes y fuego en primavera

Este guion es el que han mantenido nuestros vecinos de Venta del Moro, cuyo festejo está reconocido oficialmente como Bien Inmaterial de Relevancia Local por la Generalitat Valenciana. Se trata, en líneas generales, de un modelo que, durante siglos y con algunas variantes, estuvo presente en buena parte de Europa y que incluso viajó a la América Hispana. Pero como tantos ritos asociados al mundo agrario, la festividad se fue perdiendo y hoy solo unas cuantas localidades de Tierra Bobal y diversos pueblos del Cabriel la mantienen.

Y, aunque la idea del Judas es la misma, encontramos interesantes variantes. Así, en Sinarcas y Camporrobles, la celebración del Judas sirve también para hacer críticas. Críticas que se ponen por escrito y se ubican en espacios públicos para quejarse de personajes concretos o de problemas compartidos en el vecindario y que, si no sirven para resolver grandes asuntos, al menos parecen servir de exorcismo.

Y esta combinación de burlas, monigotes y fuego celebrados al filo de la primavera, ¿no tienen mucho que ver con las fallas valenciana? Hay diversos estudios que señalan en esa dirección.

No te pierdas la galería de fotos del Judas 2024, por Verónica IP

 

Para saber más:

La revista Oleana, en su número 32 (de 2018) publicó un artículo de Ignacio Latorre Zacarés titulado “Rito y pervivencia de los Judas en la Meseta de Requena-Utiel y pueblos del Cabriel” que puedes descargarte desde este enlace.