Vivir el territorio:
la etnografía del vino
Testigos de una cultura de larga tradición
Oficios, documentación
y saberes
y saberes
Una completa herencia en torno a la vid y el vino
La larga pervivencia de la vitivinicultura en nuestra comarca se ha convertido en un importante conocimiento que abarca a múltiples aspectos de la vida. Del patrimonio que hemos conservado, destacamos el siguiente:
Las construcciones de piedra seca
Aunque su apariencia es modesta, constituye un patrimonio de primer orden vinculado a la vitivinicultura. Hablamos de:
- Construcciones destinadas a la protección de personas, animales y aperos, que en buena medida configuran aún hoy el paisaje rural.
- Muros de abancalamiento u “hormas” de todos los tamaños, con formas de manipular la piedra muy elaboradas.
- Protecciones para la viña en forma de «barracozas”, “majanos”, tapias y cercados.
Otras construcciones en la viña
- Dedicadas al cultivo de la vid son reseñables las casillas de campo, los aljibes, los abrevaderos, los corrales de campo, los pozos y la red de caminos rurales.
Los utensilios
También son muy representativos de la cultura local diversos elementos muebles y utensilios. Destaca la tinajería propia de Utiel, donde existió un gran centro de producción cerámica, así como la gran variedad de herramientas agrícolas para el cultivo de viña, utensilios necesarios para la elaboración del vino, su almacenamiento y transporte (cubas, odres, conos etc).
- Vinculadas a la elaboración del vino se encuentran las cuevas, los trullos, los jaraíces y las chimeneas de alcoholeras que hoy se ven diseminadas por todo el territorio.
El patrimonio documental
La administración del territorio nos ha permitido conservar (especialmente en el rico archivo de Requena) una interesante documentación escrita que nos permite conocer detalles relevantes del cultivo de la vid en la comarca desde el siglo XIII.