Del 17 al 19 de enero se celebró el XI Congreso de Historia Comarcal, titulado “La Meseta de Requena-Utiel en movimiento y como tierra de acogida: comprender las migraciones en la actualidad y a lo largo de la historia. Reflexiones para un futuro”. Organizado por el Ayuntamiento de Requena y el Centro de Estudios Requenenses, el evento se desarrolló en Requena y la aldea de Las Monjas y contó con la colaboración de diversas entidades locales.
Un recorrido por la historia migratoria de la comarca
El congreso abordó el fenómeno migratorio desde una perspectiva histórica y actual.
En estas jornadas, diversos expertos destacaron que la Tierra Bobal ha sido tradicionalmente un espacio de frontera y cruce de caminos. Desde la Edad Media, distintos pueblos se han visto atraídos por su posición estratégica entre la meseta castellana y el litoral valenciano. Sin embargo, ha sido en el siglo XXI cuando la comarca ha vivido la llegada de pobladores extranjeros en un número importante.
Las causas de esta inmigración reciente incluyen el envejecimiento de la población autóctona y la emigración de jóvenes hacia las ciudades, lo que se traduce en la falta de mano de obra en sectores como la agricultura, servicios, construcción y cuidados a mayores que es cubierta por los nuevos vecinos procedentes, en su mayoría, de Rumanía, el Magreb y Colombia, aunque hay otros muchos espacios geográficos de origen.
Estos orígenes diversos dan como resultado una multiculturalidad que se considera una oportunidad para tender puentes entre comunidades. Y en ese sentido, el congreso recordó la aportación a la cultura y la educación que supuso, en su momento, la llegada de intelectuales llegados a la comarca en la primera mitad del siglo XX (Zorita, Chousa, Martínez Guerricabeitia, Gil Crespo, Pascual Carrón, etc.).
Desafíos y aportaciones de la población inmigrante
Durante el congreso, se analizaron también los principales desafíos que enfrentan los inmigrantes en la comarca: dificultades para acceder a una vivienda digna y asequible; obstáculos en los trámites de empadronamiento y regularización administrativa; problemas para conseguir contratos laborales regulados; y barreras lingüísticas. También se denunció la existencia de mafias que se aprovechan de estas dificultades y de empleadores que imponen condiciones laborales abusivas.
A pesar de estos retos, se reconoció la valiosa aportación de los inmigrantes a la cultura y la economía local y se recordó que, históricamente, ha existido un malestar irracional por la presencia de migrantes, pero que estos ejercieron un papel determinante en la sociedad y economía, como fue el caso de los franceses venidos de la comarca en el siglo XVIII.
Por todo ello se hizo un llamamiento a ser conscientes de que la inmigración contribuye a mitigar el descenso demográfico, rejuvenece la población, ocupa puestos de trabajo vacantes y dinamiza la vida rural.
Iniciativas para la integración y perspectivas futuras
El congreso también puso en valor iniciativas como «Tierra Bobal«, que pone en valor los atractivos culturales y naturales de la comarca y «Rural Life Spain» que quiere atraer nuevos pobladores. Se destacó asimismo la importancia de la colaboración entre entidades públicas y privadas (Servicios Sociales, Cruz Roja, Cáritas) para una correcta acogida e integración de los migrantes y se señaló la necesidad de más personal y apoyo institucional.
El congreso concluyó que la inmigración, lejos de ser una amenaza para la sociedad del bienestar, la consolida. En las zonas rurales, donde la fecundidad de reemplazo es difícil y el crecimiento natural es negativo, la inmigración es esencial para sostener los servicios públicos y privados. Se subrayó la necesidad de comprender las migraciones desde una perspectiva empática, recordando que la propia población local también ha experimentado éxodos demográficos en busca de una mejor calidad de vida.
El XI Congreso de Historia Comarcal cerró con un llamamiento a seguir investigando y reflexionando sobre el fenómeno migratorio, promoviendo políticas inclusivas y reconociendo la diversidad como una riqueza para la comarca.