El pasado 15 de abril, el mundo del vino valenciano despidió a una de sus figuras más emblemáticas: Félix Cuartero García. Conocido como el “profesor eterno”, su legado abarca más de seis décadas dedicadas al estudio, la enseñanza y la promoción de la viticultura y la cultura del vino en nuestra comarca y en toda la Comunitat Valenciana.
Una vocación temprana
Nacido en 1942 en Requena, Félix Cuartero se adentró en el mundo del vino desde que era un niño, acompañando a su padre y a su hermano en tareas de la bodega. A los 18 ingresó en el curso de Maestro Bodeguero de la Estación de Viticultura, donde fue alumno del prestigioso Pascual Carrión.
Su trayectoria como enólogo se consolidó en diversas bodegas y cooperativas como Santa Clotilde, Fainsa, Coviñas, La Porterense o La Purísima. En la Cooperativa Vinícola Requenense impulsó en 1976 la primera línea de embotellado y elaboró el primer vino blanco de la Denominación de Origen Utiel-Requena.
El maestro de generaciones
En 1979, Cuartero se incorporó como profesor a la Escuela de Capataces, donde impartió docencia durante casi tres décadas en materias como enología, cata o microbiología. Fue un profesor al que generaciones de enólogos —hoy referentes del sector como Pablo Ossorio, Xavier Ausàs, Rosalía Molina o Pepe Mendoza— continuaban consultando.
Fue impulsor del conocimiento práctico, defensor de que el error debía producirse en el aula y no en la bodega, y también un firme promotor de la variedad bobal, a la que dedicó buena parte de su vida investigadora. Fundó la empresa Viña Bobal, centrada en productos derivados de esta uva, y dirigió la bodega experimental de la Escuela.
Impulsor de la cultura vitivinícola
Cuartero fue también presidente de PROAVA, socio fundador de FEREVÍN y miembro activo de la Asociación Territorio Bobal, entidad impulsora de la candidatura de la comarca como Paisaje Cultural de la Vid y el Vino ante la UNESCO. En el ámbito institucional, formó parte del primer Ayuntamiento democrático de Requena, ocupando su acta de concejal durante 16 años. Fue también un hombre ligado al Sporting Club Requena, del que fue vicepresidente, socio y gran aficionado. El Club recordó a Cuartero con un respetuoso minuto de silencio en su último partido como local durante esta liga.