Hace tiempo que Tierra Bobal se volcó en convertir su patrimonio en fuente de atractivo para crear un modelo turístico sostenible. Hablamos de ello con el secretario autonómico de Turismo, José Manuel Camarero, que destaca su autenticidad, el patrimonio vitivinícola, la riqueza natural y cultural y la implicación del tejido empresarial en el proceso. Camarero destaca que el interior no es una oferta secundaria, sino estratégica. De los planes de la administración y de los que tenemos en la comarca hablamos con él.
Pregunta: Nuestra comarca tiene una oferta muy diferente a la que tradicionalmente ha representado la Comunidad Valenciana, ¿qué visión estratégica tiene su departamento con respecto al turismo de interior en general y de nuestro destino turístico Tierra Bobal, en particular?
Respuesta: Desde el Consell tenemos muy claro que el turismo de interior no es una oferta complementaria, sino parte esencial de la identidad turística de la Comunitat Valenciana.
Estamos convencidos de que el interior va a ser protagonista de nuestro turismo a corto plazo. Ya lo apuntan los datos: en 2024 crecieron un 6’6% los viajeros en hoteles del interior.
Nuestro compromiso se basa en la vertebración territorial, tanto de norte a sur como de interior a costa, y en construir una narrativa turística cohesionada y equilibrada, que no deje atrás ninguna comarca.
La Comunitat Valenciana ha sido históricamente reconocida por su potente oferta de sol y playa, pero no podemos obviar el enorme potencial que ofrece nuestro interior. En este contexto, desde Turisme Comunitat Valenciana impulsamos una estrategia firme de diversificación que pone en valor destinos como Tierra Bobal, donde la autenticidad, la cultura del vino, el patrimonio, la naturaleza y las tradiciones se convierten en un extraordinario motor de atracción.
Una de nuestras líneas prioritarias es precisamente combatir la estacionalidad, y en este sentido el interior en general y Tierra Bobal en particular juegan un papel clave. Tienen la capacidad de atraer a un visitante que busca experiencias durante todo el año, centradas en el entorno rural, el producto local o el patrimonio histórico y esta desestacionalización contribuye a paliar uno de los mayores problemas del interior: la pérdida de población. Ahí creemos en el turismo como herramienta para fijar población.
Una de nuestras líneas prioritarias es precisamente combatir la estacionalidad, y en este sentido el interior en general y Tierra Bobal en particular juegan un papel clave.
P.: ¿Cómo se pueden armonizar y retroalimentar los modelos de costa e interior, los de verano y los más desestacionalizados?
R.: Una de nuestras grandes fortalezas como territorio es precisamente la proximidad entre costa e interior. Esa cercanía permite articular experiencias complementarias: muchos visitantes alojados en el litoral ya están comenzando a explorar el interior, atraídos por propuestas enoturísticas, culturales y de naturaleza.
Nuestra visión es la de un ecosistema turístico integrado, que crea sinergias entre costa e interior para maximizar la capacidad de atracción y la distribución de los flujos turísticos y ofrecer una experiencia turística diversa a lo largo de todo el año.
El turismo de interior tiene un valor estratégico frente a la estacionalidad: permite distribuir la demanda a lo largo del año complementando los meses de verano en la costa. La clave está en seguir desarrollando productos turísticos interconectados, apoyados en herramientas tecnológicas, rutas inteligentes y un relato territorial compartido.
P.: ¿Qué retos y oportunidades identifica en este proceso de diversificación turística?
R.: Tenemos una gran oportunidad porque el turismo está evolucionando y el visitante cada vez demanda más experiencias auténticas, sostenibles y ligadas a la identidad local. En ese escenario, Tierra Bobal tiene mucho que ofrecer: un paisaje vitivinícola singular, una cultura enraizada, un entorno natural excelente y un firme compromiso con su desarrollo. Si se trabaja con visión y perseverancia, Tierra Bobal puede convertirse en un referente nacional e incluso internacional del nuevo turismo de interior.
El reto, sin duda, es consolidar un modelo turístico diferenciado, competitivo y de calidad, que genere oportunidades de empleo y arraigo en las zonas rurales. La oportunidad está en que ya contamos con herramientas como nuestro programa CreaTurisme para la puesta en marcha de productos junto al propio sector empresarial; estamos promocionando nuestra oferta turística tanto en ferias generalistas como en ferias más específicas de producto, y esta estrategia nos está dando resultados, ya que estamos logrando avances en la desestacionalización.
Además, estamos impulsando también la innovación tecnológica en el turismo de interior con el proyecto TechYroom que realizamos con el Instituto Tecnológico Hotelero. Este año vamos a instalar innovaciones tecnológicas en un hotel y una casa rural del interior de Castelló para crear showrooms reales que demuestren a otros establecimientos de interior la funcionalidad y aplicación práctica de la innovación.
Tierra Bobal puede convertirse en un referente nacional e incluso internacional del nuevo turismo de interior
P.: La zona está apostando decididamente por cuidar el patrimonio local, sobre todo el vitivinícola, y convertirlo en experiencia turística contemporánea. Con su amplia trayectoria en este ámbito, ¿cómo valora el trabajo que se está haciendo?
R.: Valoro de forma muy positiva el camino que está siguiendo Tierra Bobal, ya que ha sabido identificar su mayor fortaleza —el vino y todo lo que representa— y convertirla en una palanca de desarrollo turístico. No se trata solo de un producto agroalimentario, sino de una cultura, de una forma de vida, de un paisaje auténtico y de una tradición que forma parte de la identidad de sus habitantes.
El trabajo que se está haciendo es ejemplar, ya que hay visión y una clara voluntad de integrar el enoturismo con otros recursos como la arqueología, el senderismo, la gastronomía o el astroturismo. Esta combinación de autenticidad e innovación es la clave para generar experiencias turísticas de calidad.
P.: ¿Qué buenas prácticas destacaría en este sentido y qué caminos cree que aún quedan por explorar?
R.: Destacaría, en primer lugar, la implicación activa del territorio, tanto de las bodegas, cooperativas, pequeños empresarios y ayuntamientos, todos están alineados en una visión compartida. También me parece una buena práctica el esfuerzo que se ha hecho para impulsar una marca propia como Tierra Bobal que se está trabajando muy bien. Además, iniciativas como el Tierra Bobal Fest enriquecen la oferta y contribuyen a construir un calendario de experiencias que dinamiza el territorio durante todo el año.
En cuanto a los caminos por explorar, hay que seguir avanzando en digitalización, en impulsar el uso de las nuevas tecnologías para enriquecer la visita y atraer a públicos más jóvenes o internacionales, además de fomentar la formación continua del sector.
P.: En Tierra Bobal contamos con elementos como el paisaje, el senderismo, el patrimonio arqueológico o la gastronomía… ¿qué recursos considera más relevantes para posicionar Tierra Bobal como un destino turístico deseable?
R.: El gran valor de Tierra Bobal está precisamente en la suma de todos sus recursos. Es un destino que no depende de un único atractivo, sino que ofrece una experiencia completa y coherente. La red de senderos, los yacimientos como Las Pilillas, la riqueza gastronómica basada en productos locales, el vino como hilo conductor… todo contribuye a un relato potente y diferencial. Debemos combinar esos activos de forma coherente, pensando en el perfil del visitante que queremos atraer y en la experiencia que queremos que viva.
Desde la Generalitat apostamos por un modelo de turismo regenerativo, donde el turismo no solo atrae visitantes, sino que contribuye a revitalizar el entorno, recuperar el patrimonio, impulsar la economía local y fortalecer el tejido social. Allí donde hay turismo, hay vida. Por eso, apoyamos un desarrollo turístico con valores: sostenible, formativo, integrador y comprometido con la calidad.
El gran valor de Tierra Bobal está precisamente en la suma de todos sus recursos. Es un destino que no depende de un único atractivo, sino que ofrece una experiencia completa y coherente
P.: En la identidad turística de la comarca se están implicando bodegas, alojamientos, pequeños negocios… ¿Cómo valora la implicación y aportación del tejido empresarial local en esta transformación turística?
R.: Es muy satisfactorio ver cómo el tejido empresarial de la comarca se está implicando activamente en el proyecto turístico. Las personas que viven y trabajan en el territorio son los que mejor conocen su potencial y los que pueden aportar autenticidad y calidez a la experiencia del visitante. Es necesario la implicación y el liderazgo de los actores locales, como se está haciendo en Tierra Bobal. Y como hemos comprobado especialmente este año, tras la dana.
El mes de mayo pasado reunimos aquí a los destinos que, como Tierra Bobal, trabajan con el Sistema de Calidad Turística SICTED y a los miembros de la Red de Destinos Turísticos Inteligentes. La calidad, la innovación y la gestión turística inteligente son el camino y ver al tejido empresarial local volcado en la transformación turística de Tierra Bobal demuestra que el proyecto tiene raíces profundas y una base sólida sobre la que crecer. Esa implicación facilita la innovación, la diversificación de productos y una respuesta ágil a las nuevas demandas del mercado.
P.: ¿Qué condiciones considera necesarias para que esta colaboración público-privada se consolide y multiplique su impacto?
R.: La colaboración público-privada es fundamental en cualquier modelo de éxito turístico. Desde la Generalitat, apostamos firmemente por trabajar de forma coordinada con el sector privado, escuchando sus propuestas y alineando objetivos.
Por ello, trabajamos con el sector privado alineando objetivos, y con el firme compromiso de acompañar al sector privado con recursos, formación y promoción y el diálogo. Las administraciones debemos escuchar al tejido empresarial de los territorios, para entender sus necesidades y facilitar que proyectos interesantes que impulsen la actividad económica y turística de las comarcas ideas puedan hacerse realidad.
P.: ¿Con qué tipo de recursos o programas podrá contar Tierra Bobal desde la administración pública en los próximos años?
R.: Tierra Bobal ya forma parte de varias iniciativas clave de Turisme Comunitat Valenciana: está adherida al SICTED (Sistema Integral de Calidad Turística en Destino) desde 2013, con 36 servicios turísticos distinguidos y 25 adheridos; y además forma parte de la Red de Destinos Turísticos Inteligentes de la Comunitat Valenciana (DTI-CV), lo que refuerza su compromiso con la innovación y la sostenibilidad.
Además, las empresas pueden acceder a diferentes líneas de financiación y apoyo, como las ayudas a la competitividad turística, programas de formación profesional especializada, y acciones de dinamización territorial. También colaboramos en la promoción de eventos como Tierra Bobal Fest, y a través de nuestros canales impulsamos la visibilidad de las comarcas de interior.
P.: ¿Se contemplan ayudas específicas, inversión en infraestructuras o promoción a nivel nacional e internacional?
R.: Tierra Bobal se está beneficiando ya del Plan de Sostenibilidad Turística en Destinos (PSTD), con un presupuesto de 1,5 millones de euros, financiados con fondos Next Generation EU. Este plan contempla actuaciones como la mejora de senderos y ciclovías, itinerarios accesibles, eficiencia energética en infraestructuras turísticas, creación de producto local, digitalización y formación para el sector.
Por otra parte, se destina para la Mancomunidad del Interior Tierra del Vino 1.000.000 de euros para proyectos de reconstrucción y mitigación de riesgos climáticos en municipios que fueron afectados por la Dana del pasado mes de octubre. Estas ayudas se encuadran en la Actuación de Cohesión entre Destinos de la Comunitat Valenciana financiada por la Unión Europea – NextGenerationEU, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Además, en 2025 está prevista una línea de promoción específica para el turismo enológico, con 70.000 euros destinados a impulsar la Comunitat Valenciana como destino de enoturismo, en colaboración con la Federación Valenciana de Enoturismo.
P.: ¿Cómo ve la evolución de la marca Tierra Bobal en el medio y largo plazo?
R.: La marca Tierra Bobal tiene todos los ingredientes para crecer y consolidarse, por ello, debemos seguir trabajando e implicando al tejido empresarial en el proyecto, porque creemos que tiene potencial de futuro.
Si se sigue trabajando con profesionalidad y colaboración, en unos años puede convertirse en un referente de turismo enológico y cultural, y podría ser un modelo para otras comarcas del interior.
La marca Tierra Bobal tiene todos los ingredientes para crecer y consolidarse, por ello, debemos seguir trabajando e implicando al tejido empresarial en el proyecto
P.: ¿Qué papel cree que puede jugar dentro del mapa turístico de la Comunidad Valenciana en los próximos años?
R.: Tierra Bobal puede desempeñar un papel estratégico en el turismo de interior que queremos impulsar: con identidad, con calidad y con capacidad para generar empleo y riqueza en zonas rurales. Su capacidad para conectar enoturismo, cultura, naturaleza, gastronomía o astroturismo la convierten en una pieza clave dentro del turismo de interior que queremos promover.
Y, sobre todo, puede contribuir a revalorizar nuestro paisaje y nuestras tradiciones. En definitiva, Tierra Bobal tiene la oportunidad de ser una pieza destacada en la construcción de una Comunitat Valenciana turística más diversa, equilibrada y sostenible.





